Un aumento repentino en la miopía puede ser alarmante y desconcertante. Normalmente, la miopía progresa gradualmente, pero a veces puede parecer que la visión cambia rápidamente.
En este artículo, explicaremos las posibles razones por las que podrías experimentar un aumento repentino en la miopía y qué pasos puedes tomar para solucionarlo.
Índice
¿Qué es la miopía?
La miopía es un problema de visión muy común. Se trata de una condición en la que las personas tienen dificultad para ver claramente los objetos que están lejos. Esto sucede porque la luz que entra en el ojo se enfoca en un punto delante de la retina, en lugar de directamente sobre ella. Como resultado, los objetos lejanos parecen borrosos mientras que los objetos cercanos se ven claramente.
En un ojo normal, la luz pasa a través de la córnea y el cristalino, que enfocan las imágenes directamente en la retina, en la parte posterior del ojo. La retina envía señales al cerebro a través del nervio óptico, permitiéndonos ver con claridad. En un ojo miope, el globo ocular puede ser más largo de lo normal o la córnea puede ser demasiado curva. Esto hace que la luz se enfoque en un punto que está delante de la retina, en lugar de en ella.
Causas de un aumento de miopía repentino
Un aumento repentino en la miopía puede ser preocupante, especialmente si tu visión parecía estable anteriormente. Este tipo de cambio inesperado en la miopía no suele deberse a una simple progresión normal, sino que puede ser el resultado de diversos factores.
A continuación, exploraremos las posibles causas que podrían estar detrás de fenómeno.
Causas médicas subyacentes
A menudo, problemas médicos subyacentes pueden alterar la forma en que el ojo enfoca la luz, causando un cambio inesperado en la miopía. Dos de las causas médicas más comunes que pueden provocar un aumento repentino de la miopía son la diabetes y las enfermedades sistémicas.
Diabetes
La diabetes puede afectar la visión de varias maneras. Cuando los niveles de azúcar en sangre no están bien controlados, pueden causar fluctuaciones en la visión debido a cambios en la forma en que el ojo maneja la luz. Esto puede dar lugar a una visión borrosa que se podría interpretar como un aumento repentino en la miopía. Además, la diabetes puede llevar a una complicación llamada retinopatía diabética, donde los vasos sanguíneos en la retina se dañan, afectando aún más la visión.
Enfermedades Sistémicas
Algunas enfermedades sistémicas, como la hipertensión severa o enfermedades autoinmunes, también pueden influir en la visión. La hipertensión puede causar cambios en la retina, lo que podría afectar la forma en que el ojo enfoca las imágenes. Las enfermedades autoinmunes, como el lupus o la artritis reumatoide, pueden llevar a inflamaciones en el ojo o problemas relacionados que afectan la visión.
Condiciones oculares agudas
Las condiciones oculares agudas pueden provocar cambios repentinos en la visión, incluyendo un aumento inesperado en la miopía. Estas afecciones suelen afectar de manera súbita la estructura o el funcionamiento del ojo, lo que puede resultar en una visión borrosa o alterada.
Trauma o lesión ocular
Un traumatismo o lesión en el ojo puede afectar gravemente la visión. Por ejemplo, un golpe en el ojo puede alterar la forma de la córnea o dañar otras estructuras oculares, lo que puede provocar un cambio en cómo se enfoca la luz. Esto podría hacer que los objetos distantes se vean borrosos repentinamente, dando la impresión de un aumento en la miopía. Es crucial buscar atención médica inmediata si sufres una lesión ocular para minimizar el daño y recibir el tratamiento adecuado.
Inflamación ocular
La inflamación en el ojo, como la uveítis o la queratitis, puede causar cambios en la visión que se manifiestan como un aumento repentino en la miopía.
- Uveítis: Es la inflamación de la úvea, que es la capa intermedia del ojo. Esta inflamación puede provocar dolor, enrojecimiento y visión borrosa. La uveítis puede cambiar la forma en que la luz se enfoca en la retina, afectando la claridad de la visión.
- Queratitis: Se refiere a la inflamación de la córnea, la parte frontal transparente del ojo. La queratitis puede causar dolor, sensibilidad a la luz y visión borrosa. La inflamación de la córnea puede cambiar temporalmente cómo se enfoca la luz en la retina, afectando la visión a distancia.
Si experimentas síntomas como dolor ocular, enrojecimiento, o cambios súbitos en la visión, es fundamental consultar a un especialista en salud ocular. El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden ayudar a reducir el impacto de estas condiciones y mejorar la visión.
Cambios en la prescripción de lentes
Cuando la prescripción de tus lentes es incorrecta, puede provocar una visión borrosa o distorsionada que puede parecer un aumento en la miopía. Esto puede ocurrir si:
- La prescripción está desactualizada: La visión puede cambiar con el tiempo, y si no actualizas tus lentes regularmente, puedes notar una disminución en la claridad visual.
- Errores en la medición: Durante el examen de la vista, un error en la medición de la refracción puede resultar en una prescripción inexacta, afectando cómo ves los objetos a distancia.
Es importante realizar exámenes oculares regulares para asegurarse de que la prescripción de tus lentes esté actualizada y correcta. Si experimentas cambios en tu visión después de recibir una nueva prescripción, es posible que necesites una reevaluación.
Efectos secundarios de medicamentos
Algunos medicamentos pueden afectar la visión y, en ciertos casos, provocar un aumento repentino en la miopía.
Aunque no es muy común, ciertos tratamientos pueden causar cambios en cómo el ojo enfoca la luz, resultando en una visión borrosa o alterada:
- Corticosteroides: Los medicamentos que contienen corticosteroides, utilizados para tratar inflamaciones o enfermedades autoinmunes, pueden provocar cambios en la visión. Estos medicamentos pueden causar cataratas o afectar la presión ocular, lo que puede alterar la forma en que la luz se enfoca en la retina.
- Anticolinérgicos: Algunos medicamentos anticolinérgicos, que se utilizan para tratar condiciones como el asma o los trastornos gastrointestinales, pueden afectar el tamaño de la pupila y la acomodación ocular, lo que podría alterar temporalmente la visión.
- Medicamentos para la hipertensión: Algunos fármacos utilizados para controlar la presión arterial pueden tener efectos secundarios que afectan la retina o el cristalino del ojo, provocando cambios en la visión.
Factores hormonales y ciclostáticos
Algunos de los cambios repentinos en la visión pueden estar asociados con fases específicas de la vida y pueden afectar cómo el ojo maneja la luz y enfoca las imágenes.
Durante la adolescencia, el cuerpo experimenta numerosos cambios hormonales debido al crecimiento y desarrollo. Estos cambios pueden afectar la forma del ojo y su capacidad para enfocar la luz de manera adecuada, lo que a veces resulta en un aumento temporal o repentino de la miopía. Aunque es común que la miopía aumente gradualmente durante esta etapa, algunas personas pueden notar cambios más abruptos debido a las fluctuaciones hormonales y al rápido crecimiento ocular.
El embarazo también puede causar alteraciones temporales en la visión debido a las fluctuaciones hormonales que ocurren durante esta fase. Los cambios en los niveles hormonales pueden afectar la elasticidad del cristalino del ojo y la forma en que el ojo enfoca las imágenes. Esto puede llevar a una visión borrosa o a la sensación de que la miopía ha aumentado de manera repentina. Sin embargo, estos cambios suelen ser temporales y, en muchos casos, la visión vuelve a la normalidad después del embarazo.
Si experimentas un aumento repentino de miopía, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
El Centro Oftalmológico Daniel Perera pone a tu disposición un excelente equipo médico que te garantiza una atención personalizada y de calidad.
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