Causas de los ojos llorosos

Las lágrimas tienen la función de lubricar, nutrir y proteger el globo ocular. Sin embargo, cuando se produce un exceso de producción de lágrima puede existir algún tipo de trastorno ocular. En el post de esta semana te contamos cuáles son las causas de los ojos llorosos.

¿Qué es el ojo lloroso?

El ojo lloroso, también llamado epífora ocular, es el lagrimeo continuo debido a un exceso de producción de lágrima o a la alteración en el drenaje lagrimal.

La lágrima es imprescindible para que los ojos se mantengan sanos, pero el exceso de lagrimeo es un problema que puede provocar molestias, tales como dolor, inflamación en la parte interna de los párpados, exceso de mucosidad, irritación u ojos rojos.

Los ojos llorosos pueden presentarse tanto en adultos como en bebés:

  • Ojos llorosos en bebés

Los ojos llorosos se producen hasta en un 20-30% de los recién nacidos. No obstante, se suele resolver en la mayoría de los casos de manera espontánea o mediante masajes oculares. Si cumplido el primer año, el lagrimeo persiste se aconseja la realización de un sondaje lacrimal, un proceso muy sencillo y con un alto porcentaje de éxito.

  • Ojos llorosos en adultos

La obstrucción se puede presentar en cualquier punto de la vía lagrimal. Cuando existe este problema, es necesario tratarlo para evitar infecciones y que se produzca una dacriocistitis aguda muy dolorosa. El tratamiento de la obstrucción lagrimal es quirúrgico mediante la dacriocistorrinostomía.

Causas de los ojos llorosos

Las causas de los ojos llorosos pueden ser muy variadas:

  • Sequedad ocular. Aunque parezca una contradicción, cuando se sufre el síndrome de ojo seco, se produce una sobreestimulación de la glándula lagrimal que provoca un lagrimeo excesivo.
  • Pestañas que crecen hacia dentro.
  • Obstrucción del conducto lacrimógeno.
  • Conjuntivitis infecciosas o vinculadas a problemas alérgicos.
  • Problemas oculares mal corregidos: miopía, hipermetropía y/o astigmatismo.
  • Daños en la superficie de la córnea: queratitis.
  • Blefaritis.
  • Contaminación o productos químicos en el aire o el viento.
  • Luz brillante.

Los trastornos que irritan la córnea, tales como rasguños, úlceras corneales, cuerpos extraños en el ojo o inflamación de la córnea pueden producir un aumento de la producción de lágrimas.

Prevención del ojo lloroso

En la mayor parte de los casos el ojo lloroso no se puede prevenir, pero cuando la aparición del problema está vinculada a factores específicos del tipo alergias o sequedad ocular, sí se pueden tomar algunas medidas para evitarlo:

  • Mantener hidratados los ojos y realizar descansos visuales.
  • No utilizar pantallas o dispositivos electrónicos de forma prolongada.
  • Tratar de evitar lugares con mucho humo o contaminación que produzcan sequedad ocular.
  • Al realizar tareas como leer o trabajar se debe tener una buena iluminación.
  • Evitar los traumatismos cuando, por ejemplo, se practican determinados deportes de contacto para evitar la obstrucción del lagrimal.
  • Si se padece alguna alergia (a ácaros, animales, polen…), proteger bien los ojos con gafas grandes.
  • Adoptar unas buenas medidas de higiene si se utilizan lentillas.

Cuando los ojos llorosos están causados por una infección nasal o una conjuntivitis, es fundamental tratarla a tiempo.

Ante los primeros síntomas del ojo lloroso debes acudir al oftalmólogo a la mayor brevedad posible para determinar la causa que lo ha provocado y recibir el tratamiento más adecuado.

Si tienes cualquier pregunta sobre los ojos llorosos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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