Durante el embarazo la mujer sufre cambios en su cuerpo relacionados con el aumento de los estrógenos. Muchas de estas alteraciones son perceptibles, pero existen otras, como la pérdida de visión, que pueden pasar más desapercibidas, aunque generalmente son leves y suelen ser pasajeras.
En el post de esta semana te contamos cómo puede afectar el embarazo a la visión.
Índice
Alteraciones de la vista durante el embarazo
A lo largo del período de gestación y el postparto los ojos pueden sufrir diferentes modificaciones como variaciones en la presión intraocular habitual, descenso en la producción de la lágrima, alteraciones en el cristalino o en la córnea, o cambios en la graduación de la vista, debido a la retención de líquidos. No obstante, todos estos cambios no tienen por qué ocurrir siempre y en los casos en los que sí que aparecen suelen ser reversibles.
También es importante señalar que las mujeres que presentan defectos de visión previos al embarazo (miopía, hipermetropía, etc.) tienen un mayor riesgo de sufrir estas variaciones.
Sequedad ocular
Uno de los trastornos más habituales durante el embarazo es la sequedad ocular, la cual puede alargarse durante la lactancia.
El ojo seco se produce debido a un déficit en la secreción de lágrimas o por una mala calidad de ellas. Algunos de sus síntomas son:
- Sensación de quemazón.
- Picazón en los ojos.
- Pesadez en los párpados.
- Ojos cansados y doloridos.
- Sensación de sequedad.
- Ojos rojos.
- Fotofobia (sensibilidad a la luz).
- Visión borrosa.
- Sensación de tener arenilla en el ojo.
- Ojos llorosos.
- En los casos más graves pueden producirse cicatrices en la córnea.
Si no se trata adecuadamente, la sequedad ocular puede producir problemas visuales graves como lesiones en la córnea y en la conjuntiva. Por tanto, si detectas cualquiera de estos síntomas, consulta al oftalmólogo para que decida el tratamiento más apropiado en tu caso.
Por otra parte, si utilizas lentes de contacto puede ser que tengas alguna molestia con tus lentillas a causa de la calidad de la lágrima, por lo que se recomienda mucha hidratación y limpieza. También es aconsejable utilizar lentes de contacto de reemplazo diario durante el embarazo.
Aumento de la miopía
Además de la sequedad también se pueden producir variaciones en la graduación o pérdida de visión durante el embarazo. Estos cambios pueden ser transitorios y normalizarse tras la gestación o la lactancia y otros pueden mantenerse de forma definitiva.
La mayor de las veces suele aparecer tras el primer trimestre y desaparece paulatinamente en el postparto (entre la 6ª u 8º semana). En dichos casos, los cambios suelen resolverse por sí solos, por lo que no requieren de un tratamiento específico.
Sin embargo, la visión borrosa en la mujer embarazada puede ser manifestación de alguna enfermedad sistémica, como la preclampsia (hipertensión arterial durante el embarazo) o la diabetes gestacional que sí requieren de tratamientos específicos.
En el caso de miopías medias y elevadas es necesario tener un especial cuidado y llevar un seguimiento más exhaustivo de la visión para evitar cualquier complicación, sobre todo durante el parto.
Ante los cambios de graduación que puede provocar el embarazo se puede realizar una cirugía refractiva para corregir el defecto.
Riesgos oculares en caso de diabetes previa
Tener diabetes es un factor que incrementa las probabilidades de sufrir ciertas enfermedades oculares. Por esta razón, durante el embarazo es especialmente importante tenerlo en cuenta y tomar medidas para prevenirlas o detectarlas a tiempo, acudiendo a todas las revisiones oftalmológicas.
Si tienes cualquier pregunta sobre los problemas de visión durante el embarazo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
El Centro Oftalmológico Daniel Perera pone a tu disposición un excelente equipo médico que te garantiza una atención personalizada y de calidad.
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