Si tienes más de 40 años es recomendable acudir a una revisión oftalmológica anual para realizar un examen de fondo de ojo, una prueba que permite descartar cualquier anomalía en la visión. En este post te contamos cómo es el estudio de fondo de ojo.
Índice
¿En qué consiste el examen de fondo de ojo?
El examen del fondo de ojo, también conocido como oftalmoscopia, es una prueba que se realiza frecuentemente en las revisiones oftalmológicas rutinarias y que permite al especialista observar detalladamente las zonas que se encuentran en la parte posterior globo ocular: la retina, mácula, vasos sanguíneos, nervio óptico y coroides.
Es una prueba sencilla e indolora y no tiene efectos secundarios, aparte de la dilatación de las pupilas.
¿Qué detecta el examen de fondo de ojo?
El estudio de fondo del ojo aporta mucha información sobre posibles alteraciones de la retina y del nervio óptico, como la retinopatía diabética, glaucoma, trombosis retiniana, desprendimiento de retina, Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), tumores o melanomas, entre otros.
Por tanto, sirve para detectar patologías o lesiones graves relacionadas con el ojo en sus fases iniciales, y tratarlas a tiempo, ya que muchas de estas enfermedades no dan síntomas hasta que están avanzadas. De ahí la importancia de acudir al oftalmólogo periódicamente.
Asimismo, un examen de fondo de ojo permite descubrir alteraciones secundarias que no son oculares, como la diabetes o la hipertensión arterial.
Particularidades del examen de fondo de ojo
Una prueba de este tipo suele durar unos 10 minutos y se realiza en la propia consulta del oftalmólogo.
El doctor dilatará la pupila del paciente con unas gotas para ver con más claridad la zona periférica de la retina. Una vez dilatadas, explorará cada ojo mediante un instrumento llamado oftalmoscopio, que tiene unas lentes especiales y una luz para ver a través de la pupila.
El examen no es doloroso, como ya hemos comentado, aunque sí que es cierto que la luz intensa del oftalmoscopio puede resultar molesta a posteriori. Lo mismo puede ocurrir con la presión que se ejerce sobre el globo ocular durante la prueba.
De igual modo, las gotas pueden ocasionar ligeras molestias transitorias, como escozor en los ojos, mayor sensibilidad a la luz o visión borrosa, sobre todo de cerca, por lo que se aconseja no conducir ni utilizar maquinaria después de la prueba. Por este motivo, conviene acudir a la prueba con acompañante y usar gafas de sol al salir para evitar las molestias de la luz.
La importancia de las revisiones oftalmológicas
La recomendación es de una revisión completa, al menos una vez al año, en personas que no padecen alteraciones oculares. Esta es la mejor forma de prevenir posibles patologías en los ojos.
A partir de los 40 años es fundamental no saltarse estas revisiones porque se incrementa la incidencia de sufrir una enfermedad ocular.
En el caso de las personas con algún problema de vista, diabetes o antecedentes familiares de glaucoma o degeneración macular, el oftalmólogo será quien determine la frecuencia de las revisiones.
Si tienes cualquier pregunta sobre el examen de fondo de ojo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. El Centro Oftalmológico Daniel Perera pone a tu disposición un excelente equipo médico que te garantiza una atención personalizada y de calidad.
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