¿Qué es el Infarto Ocular? Cómo prevenirlo

Las enfermedades cardiovasculares pueden provocar un infarto ocular.

En este post te contamos qué es un infarto ocular y cómo se puede prevenir.

¿Qué es el infarto ocular?

Un infarto ocular ocurre cuando un pequeño émbolo se desprende de las cavidades del corazón y, a través del torrente sanguíneo, llega hasta la arteria oftálmica, cubriendo total o parcialmente el paso de la sangre en alguna de las venas o arterias situadas en la retina.

Cuando se tapona la arteria central de la retina se produce una pérdida de la visión súbita, aunque en algunos casos no se percibe ningún dolor.

Como las venas y arterias que se encuentran en los ojos son estrechas, el riesgo de sufrir un taponamiento es mucho mayor que en otras partes del cuerpo.

Si un infarto ocular no se trata rápidamente, las consecuencias podrían ser irreversibles.

Tipos de infartos oculares

Existen tres tipos de infartos oculares:

Obstrucción de la arteria central de la retina

Este tipo de infarto es el más grave. La afectación se produce en la principal arteria que riega la retina, por lo que su recuperación resulta complicada.

Ocasiona una pérdida de visión súbita e intensa, así que es fundamental acudir al oftalmólogo de forma urgente para detectar cuanto antes el origen del émbolo, puesto que podrían verse afectados otros órganos vitales, como el corazón y el cerebro.

Trombosis de la vena central de la retina

En este caso la afectación será mayor o menor dependiendo de si la obstrucción afecta o no a la vena central de la retina. Si lo hace, el problema será más grave.

El paciente puede sufrir pérdida de visión o percibir sombras fijas en el campo visual.

Neuropatía óptica isquémica anterior

Este tipo de infarto se produce en el nervio óptico, en concreto en su entrada al globo ocular.

La principal causa es una bajada transitoria de la tensión arterial, normalmente durante el sueño, en personas con un nervio óptico vulnerable o de riesgo. En otras ocasiones puede estar asociado a la arteritis de células gigantes, enfermedad en la que se inflaman diferentes vasos.

Produce una pérdida de visión difusa en la parte superior o en la inferior del campo visual.

Síntomas de los infartos oculares

Como ya hemos comentado, la pérdida de visión, en distintos grados, es el síntoma más común de infarto ocular, pero pueden aparecer otros:

• Observar manchas en el ojo, principalmente de color blanco.
• Desprendimiento de la retina.
• Dolor intenso de cabeza.
• Hemorragia sanguínea en los ojos.
• Inflamación del globo ocular.
• Enrojecimiento del ojo.
• Fotofobia (sensibilidad a la luz).

También es posible que no aparezcan estos síntomas, si la obstrucción no afecta a la parte central del campo visual.

Sin embargo, aunque la pérdida de visión no vaya acompañada de dolor, se debe acudir al oftalmólogo lo antes posible porque podría ser grave.

Factores de riesgo

La arteriosclerosis, el colesterol alto y la hipertensión arterial son los principales factores de riesgo de sufrir un infarto ocular. Sin embargo, también podría favorecer su desarrollo padecer:

• Otros problemas cardiovasculares.
• Trastornos de tipo inflamatorio.
• Una presión intraocular
• Anomalías de coagulación.

Cómo prevenir un infarto ocular

Mantener una alimentación sana y equilibrada, y realizar actividad física diaria es fundamental para prevenir las enfermedades cardiovasculares y minimizar el riesgo de infarto.

Asimismo, se debe llevar un control periódico de la tensión arterial y de los niveles de colesterol y glucosa, principalmente aquellas personas con predisposición genética.

En definitiva, llevar una vida saludable es determinante para prevenir un infarto ocular.

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