Iridociclitis: causas, síntomas y tratamiento

En este artículo, profundizaremos en los síntomas, causas, diagnóstico y tratamiento de la iridociclitis. Si has experimentado dolor en los ojos o cambios en tu visión, sigue leyendo para aprender más sobre esta condición y cómo tratarla.

Esta afección, también conocida como uveítis anterior, es una inflamación que afecta la parte frontal del ojo, específicamente el iris y el cuerpo ciliar. Aunque no es una enfermedad muy común, puede ser grave y afectar la visión si no se trata adecuadamente.

¿Qué es la iridociclitis?

Cuando una inflamación intraocular se produce en la úvea, entre la retina y la esclerótica, se denomina uveítis. Esta afección puede presentarse en diferentes tipos, siendo la más común de las uveítis la uveítis anterior, iridociclitis o iritis.

La iridociclitis es una inflamación aguda o crónica del iris y del cuerpo ciliar, caracterizada por la presencia de exudados en la cámara anterior del ojo, así como por la dislocación del iris y la pupila contraída y perezosa. Puede afectar a personas de todas las edades y es común que se presente de forma súbita en un solo ojo, siendo más frecuente en pacientes jóvenes y con buena salud.

En general, el pronóstico es positivo, ya que la mayoría de los pacientes no suelen tener problemas para recuperarse. Sin embargo, si no se trata adecuadamente, esta inflamación puede derivar en complicaciones graves como glaucoma o cataratas, por lo que es importante buscar atención médica ante los primeros síntomas.

Tipos de iridociclitis

Existen varios tipos de iritis, los cuales se diferencian según la causa que la origina, el tiempo de evolución y el tipo de reacción.

  • Según su causa: la iritis puede ser exógena, es decir, causada por factores externos como traumas o infecciones, o endógena, cuando la causa proviene del propio organismo.
  • Según su evolución en el tiempo: la iritis puede ser aguda, cuando los síntomas aparecen de forma repentina y desaparecen en un periodo de seis semanas, o crónica, cuando los síntomas duran más de seis semanas y suelen ser asintomáticos. Este tipo de iritis se relaciona con enfermedades sistémicas como la espondilitis anquilosante, la artritis reumatoide juvenil, la colitis ulcerosa, entre otras.
  • Según el tipo de reacción: la iritis granulomatosa suele estar relacionada con la invasión directa de gérmenes en la úvea, como la sífilis, la toxoplasmosis o la tuberculosis, mientras que la iritis no granulomatosa suele ser causada por reacciones de hipersensibilidad y suele no responder bien al tratamiento con esteroides.

Causas de la iridociclitis

Es importante identificar la causa de la uveítis anterior para poder proporcionar el tratamiento adecuado y prevenir posibles complicaciones.

Aunque no se conocen de forma exacta las causas que la provocan, suele relacionarse con enfermedades autoinmunes como las siguientes:

  • Espondilitis anquilosante.
  • Enfermedad de Crohn.
  • Síndrome de Reiter.
  • Artritis crónica juvenil.
  • Artritis reumatoide.

En menor medida, también puede causarse por una infección (vírica, bacteriana o parasitaria), por causas genéticas, alteraciones inmunitarias o por la presencia del marcador genético HLA B-27.

Síntomas de la uveítis anterior

sintomas iridociclitis

Tratamiento de la iridociclitis

La iridociclitis es una enfermedad que requiere un tratamiento inmediato para evitar daños irreversibles en el ojo que puedan causar problemas permanentes de visión o incluso glaucoma. El tratamiento dependerá de la gravedad de la inflamación y tiene como objetivo suprimirla, aliviar el dolor y prevenir daños o pérdida de la visión.

El tratamiento más común para la iritis consiste en la administración de fármacos antiinflamatorios, como gotas o pomadas antiinflamatorias sin cortisona. También es importante el uso de un fármaco para dilatar la pupila.

En casos graves de iritis, se pueden administrar dosis más altas de cortisona en forma de comprimidos o incluso inyecciones de cortisona bajo la conjuntiva.

Una vez que la inflamación ha disminuido, se debe continuar con la administración de cortisona en dosis bajas y menos frecuentes para prevenir posibles recaídas. Si la enfermedad está causada por una bacteria, se pueden administrar antibióticos.

Además del tratamiento farmacológico y facilitar la recuperación, es importante mantener una buena higiene ocular y proteger el ojo de agentes irritantes, como el polvo, el calor y la luz solar intensa. Se recomienda limpiar el ojo con regularidad y eliminar cualquier tipo de residuo que afecte a la zona inflamada.

Si tienes cualquier pregunta sobre las causas, síntomas o el tratamiento de la iridociclitis, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. El Centro Oftalmológico Daniel Perera pone a tu disposición un excelente equipo médico que te garantiza una atención personalizada y de calidad.

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