lagoftalmos

¿Alguna vez has sentido que no puedes cerrar por completo los ojos? Si es así, sabrás que es una sensación desagradable y molesta, ya que tus ojos quedan expuestos y pueden irritarse.

A este problema ocular se le conoce como lagoftalmos, y en este artículo te explicamos todo lo que deberías saber sobre esta condición, desde sus causas y síntomas hasta los tratamientos disponibles.

¿Qué es el lagoftalmos?

El lagoftalmos se refiere a la incapacidad de cerrar los párpados por completo, lo que deja el ojo expuesto. Esto puede ocurrir en uno o ambos ojos y puede traer problemas como sequedad, irritación y daños en la superficie del ojo, lo que aumenta el riesgo de infecciones y, en casos graves, incluso la pérdida de visión. Además, puede afectar la apariencia facial y la confianza en uno mismo.

Por eso, es fundamental diagnosticar y tratar el lagoftalmos a tiempo para evitar complicaciones y mejorar la salud ocular.

Causas del lagoftalmos

El lagoftalmos puede resultar de diversas causas, que van desde factores congénitos hasta lesiones o condiciones médicas subyacentes.

Factores congénitos

El lagoftalmos congénito se presenta al nacer y es causado por problemas en el desarrollo de los músculos o estructuras oculares.

  • Síndrome de Goldenhar: Afecta el desarrollo facial, causando cierre incompleto de párpados, sequedad ocular y malformaciones.
  • Displasia de Párpados: Incluye ptosis (caída del párpado), ectropión (hacia afuera) y entropión (hacia adentro), que causan sequedad.
  • Anomalías en Nervios/Músculos Faciales: Parálisis facial y distrofias dificultan el cierre de párpados, causando sequedad e infecciones.

Lesiones o traumas

Las lesiones o traumas en la zona ocular son causas comunes de lagoftalmos, que pueden impedir cerrar los párpados por completo, ya sea de forma temporal o permanente. El impacto en la función ocular depende de la gravedad y el tipo de lesión:

  • Traumatismos: Los golpes en el ojo pueden dañar los músculos y nervios responsables del cierre de los párpados. Las consecuencias incluyen daño a los músculos oculares, lesiones en el nervio facial que pueden causar parálisis, y hematomas o inflamación que afectan el movimiento del párpado.
  • Lesiones Quirúrgicas: Las cirugías en la región ocular o facial pueden provocar lagoftalmos como efecto secundario. Es fundamental el seguimiento postoperatorio para detectar y tratar estos problemas, lo que puede requerir terapias adicionales para mejorar la función ocular.

Enfermedades Neurológicas

Las enfermedades neurológicas pueden afectar el control de los músculos que cierran los párpados, causando lagoftalmos. Esto incluye:

  • Parálisis facial: Afecta el nervio facial, debilitando un lado de la cara debido a causas como la parálisis de Bell, infecciones virales o lesiones. El tratamiento puede incluir fisioterapia y medicamentos.
  • Accidente cerebrovascular (ACV): Interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro, afectando las áreas motoras que controlan los párpados.

Esclerosis Múltiple

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca la mielina, afectando la función de los nervios. Esto puede causar problemas de coordinación y fatiga muscular en los músculos faciales, dificultando el cierre de los párpados.

Síntomas del lagoftalmos

El lagoftalmos puede resultar en diversos síntomas y complicaciones que afectan la salud ocular y la calidad de vida del paciente.

A continuación, presentamos los principales síntomas asociados con el este problema palpebral:

  • Dificultad para cerrar los ojos: La incapacidad para cerrar completamente los párpados puede ser parcial o total, afectando la protección del ojo.
  • Sequedad ocular: La exposición constante del ojo puede provocar sequedad, irritación y molestias.
  • Sensación de cuerpo extraño: Los pacientes pueden experimentar una sensación persistente de que algo está dentro del ojo, lo que puede generar incomodidad.

Posibles complicaciones: Sin tratamiento adecuado, el lagoftalmos puede llevar a complicaciones como infecciones oculares, daño corneal y problemas visuales.

Tratamiento del lagoftalmos

Debido a su variedad de orígenes, es crucial realizar un diagnóstico preciso para determinar el tratamiento más adecuado. La gravedad de la afección también influye en el enfoque terapéutico, ya que el lagoftalmos puede variar desde un leve malestar ocular hasta una exposición significativa que amenace la salud visual.

Los tratamientos pueden clasificarse en varias categorías, que incluyen opciones médicas, quirúrgicas y dispositivos auxiliares. En muchos casos, un tratamiento integral que combine varias de estas opciones puede ser necesario para garantizar una protección adecuada del ojo y mejorar la calidad de vida del paciente.

Tratamientos médicos: Se indican en casos de sequedad ocular, inflamación o infección.

  • Lágrimas artificiales: Alivian la sequedad ocular.
  • Medicamentos antiinflamatorios: Reducen la inflamación y el malestar.
  • Antibióticos: Se prescriben en caso de infecciones para prevenir complicaciones.

Intervenciones quirúrgicas: Se indican cuando el lagoftalmos es grave y no se soluciona con tratamientos médicos.

  • Procedimientos para corregir la posición del párpado: Cirugías como la blefaroplastia pueden ser realizadas para restablecer la función normal del párpado.
  • Reconstrucción de párpados: En casos severos, se puede requerir cirugía reconstructiva para reparar estructuras dañadas.

Uso de dispositivos oculares: Se indican para proteger el ojo y mantener la humedad en casos de sequedad severa.

  • Lentes de contacto terapéuticas: Ayudan a mantener la humedad ocular y reducir la irritación.

Qué no hacer si tienes lagoftalmos

Para concluir, a continuación, te damos algunas recomendaciones que deberías tener en cuenta si estás lidiando con este problema:

  • Evitar el autodiagnóstico: No intentes autodiagnosticarte o automedicarte. Es importante consultar a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
  • No ignorar los síntomas: Si experimentas sequedad, irritación o molestias, no las ignores. Estos síntomas pueden empeorar con el tiempo y llevar a complicaciones más graves.
  • No rascarte los ojos: Aunque puedas sentir picazón o incomodidad, evita rascarte los ojos. Esto puede provocar lesiones o irritaciones adicionales en la superficie ocular.
  • No exponer los ojos a irritantes: Evita ambientes con humo, polvo o productos químicos que puedan irritar tus ojos. Usa gafas de sol si estás al aire libre para proteger tus ojos de la exposición excesiva.
  • No descuidar la higiene ocular: Mantén una buena higiene ocular. No te toques los ojos con las manos sucias y asegúrate de limpiar cualquier secreción de manera adecuada.

Si tienes alguna duda  sobre el lagoftalmos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

El Centro Oftalmológico Daniel Perera pone a tu disposición un excelente equipo médico que te garantiza una atención personalizada y de calidad.

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