Qué puede provocar pérdida de visión

A causa del envejecimiento celular es común que la vista degenere de manera gradual. Sin embargo, la pérdida de la visión no se contempla como un deterioro leve de la vista, si no debido a la pérdida parcial o total de esta.

Aunque no resulta muy común, se debe tener cuidado con las causas que pueden provocarla, ya que en muchos casos la pérdida de visión será irreversible. Por ese motivo, esta semana desde el Centro Oftalmológico Daniel Perera os explicamos qué es la pérdida de visión y cuáles son sus principales causas.

¿Qué es la pérdida de visión?

La pérdida de visión se refiere a la ceguera total o parcial del paciente y que no se puede revertir con gafas o lentes de contacto. Existen dos tipos:

  • Ceguera completa: La pérdida de visión es total, el paciente afectado no es capaz de ver nada, incluida la luz. La ceguera completa puede producirse tanto de manera repentina como progresivamente.
  • Ceguera parcial: se considera aquella visión que, aunque aún tiene la capacidad de ver, esta es muy limitada a cualquier distancia. La ceguera parcial puede ser tanto repentina como progresiva, y verse afectados ambos ojos o solo uno.

Causas de la pérdida de visión repentina

La pérdida repentina de la visión suele estar relacionada con cuatro motivos principales: anomalías en la retina, estructuras transparentes opacas, obstrucción de los nervios visuales y lesiones oculares.

Entre las enfermedades oculares más comunes que producen ceguera repentina se encuentran las siguientes:

Amaurosis fugaz

La amaurosis fugaz está causada por una obstrucción de una vena o arteria del ojo que impide la circulación de sangre a la retina, por lo que provoca que el ojo afectado sufra una pérdida temporal de la visión.

No se trata de una enfermedad en sí misma, sino que es un signo de otros trastornos que la provocan. Las enfermedades cardiovasculares, en especial el latido irregular del corazón, son el mayor factor de riesgo para sufrir amaurosis fugaz, ya que las placas que bloquean el sistema circulatorio están formadas en su mayoría por grasa y colesterol.

Desprendimiento de retina

El desprendimiento de retina se produce cuando se separa la retina neurosensorial del epitelio pigmentario, provocando la pérdida de visión por la alteración del metabolismo y la nutrición de los fotorreceptores.

Existen distintos tipos de desprendimiento de retina, pero el más común que provoca ceguera brusca es de tipo regmatógeno. Esta se produce por el paso del humor vitreo, el líquido interno del ojo, a través de la rotura de la retina.

Resulta una de las enfermedades más comunes que provocan una pérdida de visión repentina y, aunque es más frecuente entre la población miope, la diabetes, los traumatismos y el desprendimiento previo del vítreo también son factores de riesgo.

Hemorragia vítrea

La hemorragia vítrea, también conocida como hemovítreo se produce cuando en la cavidad del ojo que está llena de humor vítreo se presenta sangre. La presencia de sangre en el humor vítreo hace que este pierda su transparencia, por lo que se vuelve opaco y la luz no puede atravesarlo, causando ceguera en el paciente.

Las hemorragias vítreas pueden estar causadas por traumatismos, tracciones de algún vaso de la retina (desprendimiento de vítreo posterior hemorrágico), u otras enfermedades menos comunes como la retinopatía diabética o la uveítis.

Cuando la hemorragia es abundante se produce un déficit visual muy severo, llegando incluso a causar ceguera total. En el caso de que la hemorragia sea leve, la visión del paciente puede ser borrosa o presentar “moscas volantes” o miodesopsias en la visión.

Degeneración macular asociada a la edad húmeda

La mácula es la parte de la retina encargada de la visión central. La degeneración macular húmeda es una enfermedad ocular crónica provocada por la existencia de unos vasos sanguíneos anormales que tienen pérdidas de líquido o sangre en la mácula, interfiriendo en la función de la retina.

La DMAE húmeda también puede ser provocada por una acumulación de líquido entre el epitelio pigmentario de la retina y la retina, causando un bulto en la mácula.

Se trata del tipo más peligroso de degeneración macular asociada a la edad y la que puede provocar una pérdida repentina de la visión.

Uveítis

La uveítis es la inflamación de la capa ocular intermedia llamada úveda y ubicada entre la esclerótica y la retina. La úveda es la que mayor cantidad de flujo sanguíneo aporta a la retina, por lo que su inflamación causará la pérdida de visión.

Esta enfermedad puede ser causa por infecciones, traumatismos y lesiones o una enfermedad inmunitaria o inflamatoria. Puede llegar a ser grave y provocar la pérdida de visión permanente. Es importante acudir al oftalmólogo si se presentan síntomas como el enrojecimiento de los ojos, dolor agudo ocular o sensibilidad a la luz.

Glaucoma de ángulo cerrado

El glaucoma es una enfermedad ocular que causa presión en el globo ocular por culpa de una falta de drenaje del humor acuoso. Puede afectar a personas de todas las edades y resulta la segunda causa de ceguera en todo el mundo.

Existen dos tipos de glaucoma, en este caso, el glaucoma de ángulo cerrado es el responsable de poder perder la visión de manera repentina. Este tipo de glaucoma se produce cuando el iris se encuentra muy próximo al ángulo de drenaje del ojo, por lo que el iris puede bloquear el ángulo de drenaje. Este bloqueo produce una gran presión ocular, causando un fuerte dolor y una pérdida inmediata de la visión.

Causas de la pérdida de visión progresiva

La pérdida progresiva de la visión es achacada en muchos casos al envejecimiento. Sin embargo, es importante acudir a un oftalmólogo cuando se experimenta, ya que esta pérdida de visión puede estar causada por una enfermedad ocular que, si no se trata, puede llegar a causar ceguera.

Las enfermedades más comunes que causan pérdida de visión progresiva y que pueden derivar en ceguera son las siguientes:

Degeneración macular asociada a la edad seca

La DMAE es una enfermedad que afecta a la visión central, pudiendo causar en los casos más severos una importante reducción visual. Es un trastorno ocular muy frecuente en personas mayores de 50 años.

Genera visión reducida y borrosa a causa del adelgazamiento de la mácula, la parte de la retina responsable de la nitidez en la línea de visión central. Puede aparecer en ambos ojos, en solo uno o primero en uno y después aparecer en los dos ojos.

La pérdida de visión provocada por la DMAE seca está asociada al envejecimiento celular y a la pérdida de células responsables de la visión. Es una pérdida de visión gradual y progresiva, pudiendo llegar a causar ceguera parcial.

La degeneración macular seca no tiene tratamiento, aunque diversos estudios han probado que puede prevenirse la progresión de la reducción visual con una dieta rica en antioxidantes y Omega-3.

Cataratas

Las cataratas, aunque son reversibles, son la principal causa de ceguera en todo el mundo en personas mayores de 40 años. Las cataratas son una opacidad del cristalino, generalmente transparente, que reducen la visión del paciente pues es similar a mirar por una ventana empañada. Existen tres tipos de cataratas:

  • Catarata subcapsular: los pacientes con diabetes o en tratamientos farmacológicos con altas dosis de esteroides tienen un mayor riesgo de desarrollarlas. Este tipo de cataratas se desarrollan en la parte trasera del cristalino.
  • Catarata nuclear: Este tipo de cataratas se desarrollan en el núcleo del cristalino, y su causa principal está asociada al envejecimiento.
  • Catarata cortical: se desarrollan en el núcleo central, y se caracterizan por presentar opacidades blancas en la periferia del cristalino que se extienden hasta el centro de forma radial.

La mayoría de las cataratas se desarrollan lentamente y no son perceptibles desde el primer momento. Lentamente estas van interfiriendo en la visión y cuando la pérdida de visión no permite desarrollar las actividades del día a día con normalidad es necesario realizar una cirugía de cataratas, un procedimiento simple e indoloro.

Diabetes

Cualquier persona con diabetes tipo 1 y 2 puede desarrollar retinopatía diabética. Esta enfermedad es una complicación de la diabetes y afecta a los ojos.

Los altos niveles de azúcar causados por la diabetes dañan los vasos sanguíneos en la retina, pudiendo hincharse y sufrir fugas de líquido o cerrándose e impedir el flujo de sangre. Todas estas alteraciones del flujo sanguíneo en la zona orbital pueden llegar a causar ceguera.

La retinopatía diabética consta de dos etapas:

  • Retinopatía diabética no proliferativa o NPDR: se trata de la fase inicial de la enfermedad diabética ocular. Gran cantidad de pequeños vasos sanguíneos sufren pérdidas y provocan un hinchamiento de la retina, causa más común de la pérdida de visión. Por otro lado, la NPDR también puede causar que los vasos sanguíneos se cierren, provocando que la sangre no pueda llegar a la mácula y formando pequeñas partículas en la retina que pueden afectar a la vista.
  • Retinopatía diabética proliferativa o PDR: se trata de la fase más avanzada de la enfermedad. En ella la retina comienza a desarrollar nuevos vasos sanguíneos (neovascularización). Los nuevos vasos formados son frágiles y a menudo sangran hacia el vítreo. Si el sangrado es poco abundante aparecerán “moscas volantes” en la visión, pero si este es abundante bloquearan la vista por completo. La PDR es una enfermedad grave, puede derivar en un desprendimiento de retina y afectar a la visión, tanto periférica como central.

Glaucoma

El glaucoma es una enfermedad ocular que causa presión en el globo ocular por culpa de una falta de drenaje del humor acuoso. Puede afectar a personas de todas las edades y resulta la segunda causa de ceguera en todo el mundo.

Existen distintos tipos de glaucoma, en este caso, el glaucoma que provoca una pérdida de visión progresiva es el glaucoma crónico de ángulo cerrado. Este se produce de forma progresiva pues el drenaje del ojo no funciona como debería. Este fallo en el drenaje provoca que la presión del ojo aumente y, por ende, se dañe el nervio óptico. Al producirse de manera gradual, en un principio no altera la visión ni produce dolor.

Enfermedades de tipo hereditario

Existen enfermedades que se presentan en nuestro código genético y que pueden provocar ceguera, como es el caso de las cataratas bilaterales o las distrofias retinianas. Si cuentas con un familiar que padezca o haya padecido este tipo de enfermedades, debes saber que tienes un alto riesgo de padecerlas también.

Es importante acudir regularmente a un oftalmólogo y, sobre todo, acudir de urgencia si se experimenta una pérdida gradual o repentina de la visión. Un diagnóstico y tratamiento temprano disminuye las probabilidades de que avance la deficiencia visual o no se extienda al otro ojo (si solo uno ha sido afectado). Por el contrario, si no se acude a un profesional lo antes posible y se detecta la enfermedad en un nivel avanzado, es posible que el daño sea irreversible y no se consiga salvar el ojo o restaurar la visión.

Si tienes cualquier pregunta sobre la pérdida de visión, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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